Prohibido soñar

Porque sé que jamás volverás. . .

que podrán pasar los días, te sentirás solo, necesitado de alguien que te escuche o que te diga lo que no quieres oír. Pero no encontrarás el valor suficiente para gritar mi nombre.

Duele asumir que todo ha terminado para siempre, que nuestro último encuentro no fue más que un enorme error del que por momentos nos arrepentimos. Pero lo que más duele... es que algo que surgió así, al son de un caluroso verano y cómplices miradas, apasionadamente dulce, insoportablemente especial; aun me siga matando por dentro.

Odio preguntarme si eres feliz mientras miro a mi alrededor y te imagino caminando tras mis pasos, para salvarme con besos y palabras de amor. Te odio, la odio a ella sí... a la estúpida que escribe este blog y que no puede evitar estar hecha por y para ti.

no se vive de sueños chica nómada. . . y lo sabes.

debería estar prohibido soñar. . . ¿para qué cerrar los ojos y crear algo irreal e inalcanzable?

ABRE LOS OJOS DE UNA PUTA VEZ A LA REALIDAD.

YA NO ERES UNA NIÑA ESTÚPIDA QUE PUEDA PERMITIRSE CREAR FANTASIOSOS CUENTOS DE HADAS.

[[ OLVIDATE DE ÉL ]]

Suena. . .

Me levanto temprano, moribundo.

Perezoso resucito, bienvenido al mundo.

Con noticias asesinas me tomo el desayuno.

Camino del trabajo, en el metro,

aburrido vigilo las caras de los viajeros,

compañeros en la rutina y en los bostezos.

Y en el asiento de enfrente,

un rostro de repente,

claro ilumina el vagón.

Esos gestos traen recuerdos

de otros paisajes, otros tiempos,

en los que una suerte mejor me conoció.

No me atrevo a decir nada, no estoy seguro,

aunque esos ojos, sin duda, son los suyos,

más cargados de nostalgia, quizás más oscuros.

Pero creo que eres tú y estás casi igual,

tan hermosa como entonces, quizás más.

Sigues pareciendo la chica más triste de la ciudad.

Cuánto tiempo ha pasado desde los primeros errores,

del interrogante en tu mirada.

La ciudad gritaba y maldecía nuestros nombres,

jóvenes promesas, no, no teníamos nada.

Dejando en los portales los ecos de tus susurros,

buscando cualquier rincón sin luz.

"Agárrate de mi mano, que tengo miedo del futuro",

y detrás de cada huida estabas tú, estabas tú.

En las noches vacías en que regreso

solo y malherido,

todavía me arrepiento

de haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo.

Y ahora que te encuentro,

veo que aún arde la llama que encendiste.

Nunca, nunca es tarde para nacer de nuevo,

para amarte.

Debo decirte algo

antes de que te bajes de este sucio vagón y quede muerto,

mirarte a los ojos, y tal vez recordarte,

que antes de rendirnos fuimos eternos.

Me levanto decidido y me acerco a ti,

y algo en mi pecho se tensa, se rompe.

"¿Cómo estás? Cuánto tiempo, ¿te acuerdas de mí?"

Y una sonrisa tímida responde:
"Perdone, pero creo que se ha equivocado".

"Disculpe, señorita, me recuerda tanto

a una mujer que conocí hace ya algunos años".

Más viejo y más cansado vuelvo a mi asiento,

aburrido vigilo las caras de los viajeros,

compañeros en la rutina y en los bostezos.

... Es tan solo amor ...

Una noche más se palpa el amor en el ambiente, cual extraño suspiro, te arropa con su magia, mientras tú cierras los ojos y callas, mientras se pasa la vida repleta de momentos, de historias que escribir. . .



Déjame que te cuente un secreto. . . Solo cuando el mundo duerme y la noche alcanza los tejados de mi ciudad. . . Solo cuando creo que nadie me ve, desnudo mi alma y sueño, me escapo entre los paraísos de un ayer que nunca volverá. Entonces te siento, desde lejos, pensándome, diciéndome que no hay más que amor. . . amor de miles de sabores, texturas, colores y formas.



Por que nunca falte amor, el amor que espero día tras día oculta entre las rejas de mi fría y distante celda. Un sentimiento que te llene por dentro, con el que nazcas cada nuevo amanecer, con el que bailes escuchando tu corazón gritar de felicidad... Ese algo que te hace flotar mientras caminas por un mundo que solo es tuyo, de él, vuestro. Un algo que te haga no necesitar nada más porque es inexplicablemente perfecto.



Llévame lejos. . .a un lugar prohibido, dame tu mano suavemente y prométeme que nunca me abandonarás, convencéme de que te encanta mi risa inoportuna, abandónate a nuestros besos y báilame con versos por última vez sin remedios.



Deseando que algún día bajes volando hasta mi cama, acaricies mi espalda y apasionado me regales tu corazón.

[ Et tu me regardes. . . et mon coeur tombe a l'eau ]

[ We belong together ]