jueves, 13 de noviembre de 2008

Los raíles de mi vida


El tiempo lo cura todo. . .


Las heridas invisibles del alma, los corazones que en noches de verano cayeron al suelo rompiéndose en mil pedazos.

El tiempo borrará las palabras que nunca debieron ser pronunciadas para herir; acabará con las envidias, con los prejuicios, con la absurda idea de que algo tiene que ser así y no de otro modo.

Los años pasan para hacernos abrir los ojos y escuchar, los años pasan y apenas nos damos cuenta de que verlos pasar es un regalo.

Pasar las hojas del calendario y poder mirar atrás. . . Para ver lo que fuiste un día, lo que eres hoy gracias a quienes aún siguen contigo, a quienes se han ido uniendo a ti en el camino.

La vida es como un tren, un tren que recorre montes y parajes onhíricos, ocultándose entre túneles para después salir a la luz y alcanzar su destino. . . En el trayecto, los soñadores miran por la ventanilla, los perezosos duermen, los impacientes cuentan las horas para llegar, pero todos disfrutan del viaje. Muchos suben en cada nueva estación, algunos se apean y abandonan el viaje para siempre, otros continúan de principio a fin, con fuerza, con esperanza, con mucho amor.




Si alguna vez te bajas de mi tren. . .



Nunca olvidaré que uno de sus asientos. . .







Lo ocupaste tú.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Hoy quiero que sepas que. . .



Para ti que clavas tus ojos en mis palabras sin yo saberlo.

Para ti que por un motivo u otro sigues mis historias, ya sea por conocer lo que pasa en esta cabeza loca o por simple aburrimiento...

Solo quiero que sepas:

Cada día a tu lado es único.

Tenerte en mi vida es el mejor regalo.

Doy gracias por las miles de veces en que me escuchas, me regalas tu tiempo y tus sonrisas.

Sé que me ofreces lo que eres sin condición

Me encanta tu voz cuando me hablas, cada vez que me consuelas.

Nunca dejaré de admirar esas ganas de amar que te caracterizan.

Hay momentos en los que me olvido de ser yo... para ser un Tú y un Contigo.

Siempre tendrás un lugar privilegiado en mi corazón; y aunque los años pasen y nos digamos adiós, no dejaré de estar ahí para ti, igual que tú estás para mí, igual que me lees anónimamente cuando menos lo espero, igual que me hacer ser feliz con las cosas más simples...


No te vayas nunca... sí, tú, no te asustes, hoy todo va dedicado a ti, porque lo leerás tarde o temprano. Sólo espero que entonces me abraces muy fuerte, para prometerme que nada ni nadie nos separará...









gracias por existir