miércoles, 13 de agosto de 2008

¿Sabes qué?


Hay tantas personas como días diferentes en nuestra vida . . . No hay dos días iguales. En ocasiones, despertar cada mañana se convierte en una gran aventura; siempre gracias a esas miles de almas que te rodean y van conformando tu universo.




Verano de 2008, la luna ilumina una noche que ojalá no acabara nunca. ¿Qué tendrá de emocionante la vida nocturna si no hay más que esperar unas horas y termina por llegar, si nunca falla a su cita? Todos sabemos la respuesta a eso. Y es que no es lo mismo un beso en un lugar cualquiera a plena luz de sol, que uno que te sorprende a media noche, en silencio, cuando el mundo duerme y el tiempo te da una tregua para olvidarte de todo y soñar. . .

De noche mi corazón siente frío, de noche los recuerdos se apoderan de mí, dejando que la tonta que cree en el amor desarme a la chica fuerte que aparentemente no necesita más.
[ Apenas quedan unas semanas para que el verano muera en el otoño, vistiendo la ciudad de hojas secas, de amarillos y marrones. . . dentro de poco el olor a libros por estrenar, ese cosquilleo en el estómago por volver a ver a aquellos a quienes en junio dijiste adiós y los planes de futuro. . . reaparecerán; junto con los que viajan conscientes de que han de regresar, guardando en su memoria recuerdos de amores de verano, sonrisas que no se repetirán, pálidos reflejos de efímera libertad ]


¿Sabes qué? Hoy mejor callo y escucho el mar, sí, ése que dice tanto sin hablar. . !


¿Cuánto tiempo he de esperar en esta fría habitación?



Deja que viaje por todo el mundo, aquí y ahora permíteme probar los caprichos del destino, del azar. . !



Es mi momento, aquí y ahora quiero volver a empezar.

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